Este imponente cuadro de grandes dimensiones marcó el inicio de la etapa de madurez del pintor Eliseu Meifren Roig. En 1906 el artista presentó la obra junto a otras 16 en la Exposición General de Bellas Artes, y fue galardonado con la primera y única Medalla de Oro de dicho certamen que ganaría en su vida. Tanto el jurado como la crítica alabaron el cuadro, y Meifren lo conservó durante su viaje por América durante casi dos décadas. La pintura volvería a ser expuesta una sola vez más, en la Exposició d’Art de Barcelona de 1922, desde donde pasó a manos privadas y desapareció de la mirada pública durante más de 100 años. No fue hasta 2024 cuando este año cuando salió de la casa de los únicos propietarios que había tenido hasta entonces y pasó a formar parte del catálogo de Clavell & Morgades.
Adquirido por una colección privada.
Publicaciones:
- Catálogo de la Exposición General de Bellas Artes de 1906 – Edición Oficial. p. 59.
- Exposició d’Art. Barcelona, 1922. Catàleg Oficial. Barcelona, 1922. p. 44.